
Decenas de clientes nos piden cada año que les instalemos barras antipalanca, nuestra respuesta en el 95% de los casos es siempre la misma.
Así de claro y sin anestesia, hay productos de seguridad populares o que están de moda pero que tienen un lado oscuro que tienes que conocer.
Descubre en este artículo las razones por la que no los recomendamos y cuáles son los riesgos y peligros que esconden.
Barras Antipalanca:
Su propio nombre se presta a confusión porqué lo normal es creer que una barra antipalanca mejorará la seguridad de la puerta de entrada.
Puede que de entrada a ti también te parezca un buen producto, pero seguro que después de leer estas líneas tu opinión cambia drásticamente.
Lo primero de todo es recordarte que las barras antipalanca son un elemento de acero que se coloca en los dos laterales de la puerta con la idea de hacerla más resistente a las palancas.
Vayamos por partes, como sabes una palanca es una barra de acero que se introduce en el lateral de la puerta entre el marco y la propia hoja, la idea es hacer presión para que la puerta ceda y se abra al arrancar los elementos de anclaje (pestillos, bisagras,…).
En la mayoría de puertas blindadas, tanto el marco como la hoja son de madera, por lo que al introducir la palanca, parte de la fuerza se pierde porqué la madera se va rompiendo.
De ello se deriva una pérdida de eficacia de la palanca puesto que no tiene un punto de apoyo firme donde aprovechar al 100% su capacidad de forzamiento.
Por el contrario, si hay barras antipalanca, y aunque a priori parezca que la holgura es tan pequeña que no se podría introducir una palanca, la experiencia demuestra que una cuña es suficiente para ampliar esa holgura.
Una vez introducida la palanca, la propia barra se convierte en su cómplice por dos razones:
- Por un lado supone un punto de apoyo firme, por lo que se aprovecha toda la fuerza de la palanca.
- Por otro lado la barra reparte la fuerza ejercida por la palanca a todo el plano de la puerta, ampliando su capacidad de forzamiento.
Tenemos que aclarar que el problema causado por tener barras anti palanca será mayor contra menos resistencia tenga la cerradura y la puerta a este tipo de efracción.
¿Qué hacer si ya tienes una barra antipalanca en tu puerta?
Como sabes, lo ideal en el 95% de los casos es no tenerla, de hecho sólo sería aceptable si la barra tapa algún desperfecto importante o si es imprescindible para que la puerta y el marco ajusten bien, evitando luz y aire.
A pesar de esto, si en tu puerta hay barras antipalanca la mejor solución es que verifiques si tu cerradura tiene un mínimo de 3 puntos de anclaje y las bisagras disponen de bulones que se introducen en el marco.
Si piensas que es necesario cambiar la cerradura, es importante que tengas en cuenta lo que explicamos en este artículo: “la resistencia de los pestillos puede variar mucho según cada fabricante, aunque estéticamente parezcan muy similares”.
Otros productos de seguridad poco recomendables:
Como en todo, la seguridad no escapa a las modas, por lo que cada año aparecen decenas de productos “revolucionarios” que dicen ser la solución definitiva contra los ladrones.
Antes de seguir, te recordamos que Fichet es un referente incuestionable en innovación, de hecho hemos sido los creadores de elementos de seguridad tan extendidos como las puertas acorazadas y las cerraduras con varios puntos de anclaje, por lo que la innovación está en nuestro ADN.
Dicho esto, y volviendo al artículo, nos centraremos en las cerraduras invisibles y cerraduras que se abren con teclados o llaves de proximidad.
En el caso de las cerraduras invisibles, a priori puede parecer buena idea el hecho de que el ladrón no tenga un bombín para manipular.
Pero ten en cuenta que es simplemente una cerradura supletoria y por lo tanto tiene los mismos pros y contras.
Además funciona con pilas y mandos, y aunque por norma general tienen una pila de reserva, si algo falla y te quedas en la calle, abrirla causará forzosamente daños en la puerta.
En la misma línea nos encontramos con las cerraduras que se abren con códigos o tarjetas de proximidad.
Si no tienen también un bombín mecánico, en caso de avería del o fallo del suministro eléctrico y/o baterías, abrir la puerta sólo será posible dañándola.